Si hay una película que ha dado que hablar durante el año pasado, esa es sin duda la última obra del tailandés Apichatpong Weerasethakul, sobre todo desde que ganó la Palma de Oro la pasada edición del Festival de Cannes.
Si con Confessions comentaba que era una película accesible pero no convencional, con ésta tengo que decir que ni es accesible (no al menos para un público palomitero, desde luego) ni es convencional, pero nada de nada, se trata de una película de Weerasethakul, el cine de Weerasethakul es un género en sí mismo, un cine que levanta pasiones y odios (como Carlos Boyero, que ya desprestigió vilmente a la ganadora de la Palma de Oro).
Tengo que decir que yo del cineasta Tailandés sólo había visto sus dos anteriores películas, la magistral Tropical Malady y la enigmática y genial Syndromes and a Century (ésta por cierto, estuvo a punto de ganar el Maki de Oro a la Mejor Película en los Premios Allzine 2007, entonces no voté por ella, pero si hoy me tocara votar la votaría sin duda), la primera fue mi primer contacto con el cine de Weerasethakul y me maravilló, así sin más, una lección de cine y la segunda más de lo mismo, una película inquietante que te atrapa y no te suelta, que con el paso de los años con diversos visionados he ido admirando más y más. Todas sus películas son tecnicamente perfectas, fotografía muy cuidada, imágenes que se recuerdan siempre.
Vistas las dos, me pareció impresionante como olvidándose por completo del guión se pueden crear obras maestras de éste calibre, porque ese es el cine del tailandés, estar contando una historia y de repente pasar a otra totalmente diferente por completo, por decirlo de alguna manera... el caso es que te da igual, porque su universo te atrapa, te hipnotiza, te llega, te impacta, te impresiona... a fin de cuentas, el cine (el buen cine) es un arte, y esa es la base del arte ¿no?
Por eso precisamente, con tales precedentes y habiendo ganado el premio más importante del panorama cinematográfico me esperaba algo superior, una obra maestra que sería un hito en la historia, por el contrario, quedé bastante frío ante lo que vi, el comienzo me pareció prometedor, por desgracia, para mi es lo mejor del film, lo que vi después me pareció lo mismo que vi con Tropical Malady y Syndromes and a Century, no me impresionó, y me decepcionó bastante, a lo mejor fueron mis altas expectativas... no sé, el caso es que me esperaba algo superior, por eso precisamente no la he votado ni en Mejor Película ni en Mejor Película del Sudeste Asiático, porque Confessions y Kinatay si que me impresionaron, creo que Boonmee es una buena película, pero no alcanza los niveles magistrales de las anteriormente nombradas.
Me da rabia, porque admiro mucho a Weerasethakul, ha conseguido crear un estilo propio incopiable, arriesgado y me alegra mucho que esté triunfando con él. Pero bueno, a lo mejor con un segundo visionado consigo admirar esta obra por completo, cuando lo haga volveré a escribir sobre ella.
La película tecnicamente perfecta, la fotografía es maravillosa y en esa categoría SI que se ha llevado mi voto, por delante de Confessions y I Saw the Devil.
Nominaciones: 3
- Maki de Oro a la mejor película.
- Mejor Fotografía.
- Mejor película del sudeste asiático.
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